Aunque parezca sorprendente, en Suiza hay un solo parque nacional. Se encuentra en el extremo este del país, en el límite con Italia y Austria.
El parque se halla en el Cantón de los Grisones, el cantón más grande y menos poblado de Suiza.
Y el único en el que el Romanche es lengua oficial, aunque es apenas hablada por 35000 personas (el alemán es la lengua mayoritaria por aquí).
Como ejemplo el rótulo en una central hidroeléctrica que nos encontramos por el camino:
Tenemos por delante 4 (sí, cuatro!!) días de ruta montañera sin niños, estamos dispuestos a darlo todo.
Y un agradecimiento muy especial a Mónica, que viniendo desde el norte de Italia ha hecho esto posible 👋
El primer día salimos de Scuol con el objetivo de alcanzar el refugio de Sesvenna, en suelo italiano.
Al principio es un agradable paseo a orillas del rio Inn, que vierte aguas al.. mar Negro (!!, sí, via Danubio previo paso por Austria, Innsbruck..).
Pronto dejamos el rio y nos adentramos en el Val D'Uina, antigua ruta de contrabandistas entre Italia y Suiza. Serán +1500 m de subida.
Una mirada hacia atrás en el valle
Aún tenemos un buen tramo por delante. Por fortuna hay un alpage (Uina Dadaint Alm) donde degustar productos locales ;-)
El valle se estrangula en una garganta y el camino esta excavado en la roca. Me recuerda a La Rienda de Picos, un poco más bestia.
Finalmente superamos la garganta y salimos a una especie de "Vega de Liordes". Algún nubarrón en el horizonte pero la meteo se portará bien toda la jornada.
El último tramo es muy suave, por un sendero que atraviesa la vega entre marmotas y lagunas. La culmina un collado muy franco que da paso a Italia.
En el refugio la bienvenida es realmente acogedora.
Por cierto el trato en el Sesvenna Hutte (2256 m) es espectacular y se nota en los precios que no estamos en Suiza ;-)
La segunda jornada nos llevará hasta un pueblecito llamado S-charl (los topónimos en los Grisones son realmente curiosos). Para eso tendremos que flanquear un collado a 2819 m, el Fuorcla Sesvenna. Pero antes pasaremos algún lago y buscaremos (sin éxito) la Edelweiss.
Desde el collado tenemos un tres mil a tiro de piedra, el Piz Rims (3050 m). Un pequeño detour de la ruta que merece la pena, las vistas desde la cumbre son la recompensa. Enfrente, el macizo del Piz Sesvenna con un pequeño glaciar.
Una arista sencilla nos lleva también al Piz Cristanas (3092 m). Desde su cumbre, al fondo, el macizo del Piz Bernina, el único cuatro mil de Grisones.
Y abajo (bien abajo!) al fondo del valle que se abre al otro lado del collado, nuestro destino, S-charl
Primero por una vega
Y luego por el bosque, aquí las coníferas alcanzan los 2400 m de altura.
S-Charl a 1800 m es un pueblecito minúsculo que apenas alcanza una carretera sin pavimentar. Es el paraíso del MTB, parada y posta de rutas de bici de montaña (incluyendo el Swiss National Park bike marathon, uhm, esto lo tengo que hablar con Luigi). Es por eso que la mitad de las casas son bike-hotels (incluyendo estaciones de carga para las eBikes)
Una muestra arquitectónica más tradicional
El tercer día haremos parte de una ruta de MTB que desde S-charl busca salir hacia Tschierv, en la parte alta del valle de Mustair.
Valle amplio y pista bien ciclable.
En el valle de S-charl habitan los últimos osos suizos así que saldremos con los ojos bien abiertos.
La pista de MTB nos lleva hasta el Pass de Costainas a 2251 m. Aquí la abandonamos siguiendo una senda ya no apta para bicis que sube hasta el col Fuorcla Sasalva a 2619 m. Este collado da acceso al Valle de Munstair. Pero antes un esfuerzo para subir un pico proximo con vistas (Piz Terza).
El valle hacia atrás de dimensiones formidables.
Cumbre
y vistas al impresionante macizo del rey Konig Ortler y su glaciar suspendido
Vuelta al collado y descenso hasta el pueblo de Lu, de ahí minibus a Fuldera y bus a Zernez donde pasaremos la noche. Apenas tenemos tiempo para ver el Valle de Mustair, donde tiempo atrás los suizos batallaron con éxito a italianos y austríacos.
La cuarta y última etapa no estaba clara. El pronóstico anunciaba tormentas intensas por la tarde, y lo íbamos a corroborar ciertamente.
Decidimos madrugar y entrar en el parque nacional con la idea de llegar al (único) refugio que alberga en su interior.
El refu, la Chamanna Cluozza
Y llegados a este punto, nos "calentamos" un poquitín y en lugar de dar media vuelta decidimos continuar y atravesar todo el parque incluyendo un paso en altura por encima de 2800 m. Es lo que tiene ser de León.
La subida no era larga..
ni larguísima...
Era interminable. Si hacéis zoom, en algún punto aparece alguien que sube por el nevero..
Al fondo el collado parece estar siempre a la misma distancia
Y por fin lo alcanzamos, Fuorcla Val Sassa 2857 m.
Y esto es lo que nos encontramos en el horizonte al superar el col y tomar perspectiva sobre el descenso. Mordor en estado puro.
De lo que siguió no hay fotos. Hubo viento, lluvia a mares, granizo, truenos, y rayos, muchos rayos a ambos lados de nuestro camino. Hubo que plegar bastones y correr, bajando lo más rápido posible sin caer hasta que la tormenta quedó detrás. Un buen susto y toda una experiencia.
Al final del día el sol volvió a salir.
Calorcito, ropa seca y final de excursión agradable hasta S-chanf (Alto Engadine, dirección St Moritz). Gracias a ese carpintero que nos acercó el último tramo en coche!
Una buena tunda, hacía mucho que no enlazábamos 4 días de ruta. Bien disfrutados, quedarán en la memoria. Y por si acaso, también en blogger ;-)
Leído el relato, siento presión para repetir próximamente 😌
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