Aprovechando la estratégica situación de Suiza en el centro de Europa, y el buen pronóstico meteorológico (que este 2021 no ha sido muy clemente) atacamos un destino pendiente en nuestra agenda desde hace tiempo: Alsacia.
Región francesa bañada por el Rin, tapizada por viñedos y cargada de historia (y restaurantes 😊)
Alojamiento en un apartamento perdido en mitad de un bosque de castaños, justo en la divisoria de los departamentos de alto y bajo Rin que conforman Alsacia. Un lugar algo recóndito pero muy recomendable por las vistas sobre el valle y los viñedos: Logis du Haut-Koenigsbourg
Primera parada en el cercano castillo de Haut-Koenigsbourg, fortificación estratégicamente construida sobre una montaña que domina la llanura del alto Rin.
El castillo visto desde los viñedos en el valle:
Parece que data del s XII y fue luego posesión de los Habsburgo. La historia cuenta que durante la guerra de los Treinta Años, los franceses resistieron el asedio del ejército sueco durante más de un mes, hasta que rendido, fue incendiado y arrasado por los nórdicos en 1633. Y que permaneció en el olvido durante más de dos siglos y medio.
Hasta que en 1899, con Alsacia bajo administración alemana, el Káiser Guillermo II invirtió una fortuna en restaurarlo a su apariencia del s XVII. Los trabajos duraron casi diez años y el resultado como veremos fue magnífico. Aunque no le duró mucho a los alemanes, pues tras la derrota en la Primera Guerra Mundial el Tratado de Versalles devuelve Alsacia (y el castillo) a Francia.
El interior perfectamente restaurado permite imaginar la vida en el interior de la fortaleza. Cocinas, establos, alojamiento para la plebe y en lo alto de la torre, las estancias reservadas al noble y su familia.
Y la vista dominando el valle desde la torre
Una curiosidad: solo los nobles tenían letrinas en sus aposentos. Cómo funcionaban en ausencia de agua corriente? La respuesta en esta foto:
Al dia siguiente paseo matutino por el bosque y recogida de castañas. Que luego presta mucho asarlas en las tardes de otoño 😋😋
Desayuno y bajada al valle a recorrer la famosa y turística ruta del vino del alto Rin alsaciano. Pueblos en su mayoría con toponimia claramente alemana: Bergheim, Hunawihr, Riquewihr, Saint Hippolyte, Kaysersberg, ..
Los viñedos espléndidos en otoño.
Viñedos viejos que se benefician de un clima seco (el departamento con menos precipitaciones de Francia), relativamente suave (sorprende la altitud del valle, apenas 180 msnm) protegido por las montañas de los Vosgos y en buena parte con orientación SO.
Las variedades mas conocidas, blancos secos como el Riesling o más afrutados como la famosa Gewurtztraminer, Pinot Gris o Muscat. También tintos y claretes. Hasta 3 denominaciones de origen desperdigadas en más de 15 mil hectáreas en esta fructífera región!
Otro rasgo característico de Alsacia, común con otras regiones alemanas es la arquitectura tradicional con las estructuras de madera cruzada vista.
Alsacia jugó un papel importante durante la Reforma dentro del Sacro Imperio Germánico, y muchas iglesias son hoy de culto mixto.
Francesa y alemana. Como acuñó un famoso local, "L'Alsace c'est comme les toilettes, toujours occupée!"
Y de esa mezcla de culturas bien vale degustar su rica gastronomía. Tarte flambée o Flammekueche, poco importa el nombre, hay que probarlas!!
Y la choucroute sin gluten, ñam ñam!!
En fin, una visita muy recomendable. Hasta la vista, Alsacia!